Siempre me ha extrañado ver esas cajitas de fresones en los supermercados
etiquetadas como fresas. Mucha gente los confunde, pero no son iguales. Ni
siquiera parten de la misma planta, y el sabor es diferente.
La fresa es muy difícil de encontrar, incluso en Aranjuez, donde se produce para el consumo familiar y como producto estelar en alguno de sus
conocidos restaurantes. Un producto delicatessen muy demandado y apreciado. Es un fruto pequeño, del tamaño de una uña y sabor más ácido que el fresón. Aparte de la variedad francesa, hay una autóctona propia de la zona.
Ya íbamos a Arajuez cuando éramos pequeños y ahora es un sitio al que no se me ocurre ir sin la cámara. Está al lado de Madrid y me encanta pasear por sus jardines cuando no hay mucha gente.
En la última visita de este mes encontramos la tan deseada fresa. La señora que las vendía me explicó que son muy delicadas y se
estropean con la manipulación, por lo que no suelen salir de la zona de la
Vega. Además, solo se recogen en un
periodo corto de la primavera (suele ser en Mayo), con lo que hay que añadirle el
componente de extrema temporalidad.
Su extrema delicadeza no permite utilizar herbicidas y las hierbas hay que quitarlas a mano. Y, en lugar del agua del río, se riegan con agua filtrada de pozo que tiene menos cal. De ahí que su precio sea tan elevado y no tan habitual su uso.
En cambio el fresón es un fruto más grande y de sabor más dulce. Y para comprobarlo, decidimos hacer una cata comparativa en directo, con dos bandejitas para poderlas coparar.
¡Una auténtica delicia!
Es verdad. Las fresas son mucho más pequeñas, tienen más semillas y muchísimo más sabor. Nosotros tenemos unas pocas en el patio y no solemos empezar a poder disfrutar de ellas hasta que llega el verano, por ejemplo este año todavía no hemos comido ninguna aunque ya están en flor. Mientras, disfrutamos de los fresones de la tienda, que tiene otra textura más firme y un sabor y olor menos intensos, pero que también están muy ricos.
ResponderEliminarUn saludo, feliz día.
¡Qué suerte tenéis al poder tener fresas de verdad! Son un lujazo.
EliminarUn beso.
Querida Cósima, es que de las fresas de verdad, casi ni nos acordamos!!! efectivamente son una delicia, nos conformaremos con los fresones. Me entusiasma tu cesta!!! bssss
ResponderEliminarGracias Marga.
EliminarLa cesta queda genial. Y además estaba buenísima.
Besitos.
Me encantó esta entrada. Ahora sé que lo que nosotros llamamos frutillas son los fresones y que lo que yo creí que sería alguna hierba silvestre de por aquí no más, en realidad son fresas. Nosotros las llamamos frutillas silvestres o simplemente frutillitas. En las sierras chicas -que es el cordón montañoso que rodea a mi ciudad- se las suele encontrar si uno busca con la suficiente atención en sectores más o menos umbrosos del monte nativo. Justamente, estas frutillitas silvestres fueron uno de los descubrimientos de Guada en el campamento, porque si bien había escuchado hablar de ellas nunca las había visto y mucho menos probado.
ResponderEliminarHasta donde sé, no se cultivan, solo crecen esporádicamente pero debería averiguar al respecto. Y ya que estamos te cuento que Panaholma está en lo que se llama Sierras Grandes, el clima es mucho más árido y seco, así que nunca se las podría ver por allá, aunque en el valle hay plantaciones de frambuesas con excelentes resultados.
¡Con cuánto agrado participaría de esa maravillosa cata que emprendieron en Arajuez! Cariños.
¡Bien por Guada!
EliminarMe la imagino con una cesta en una mano, recogiendo una y comiéndose otra. Imagino que estas "fresillas" antes eran más silvestres.Ahora ya no crecen solas, y se convierten en un producto "delicatessen". Por lo menos aquí.
Un besazo enorme para las dos.
Muy buen post Elena.
ResponderEliminarCreo que en mi vida he comido fresas de verdad, hasta en Aranjuez venden fresón por fresa, claro que el turista ni se entera y va tan contento.
Habrá que investigas y plantar fresas en casa (el que pueda), has probado ha hacer un semillero con las semillitas de las fresas?, es una opción, pero tampoco se si se plantan de esa manera las fresas. ahora que por probar no se pierde nada.
Besos guapa, me encanta que enseñes al mundo el producto de la región.
Muchas gracias, Rosalía.
EliminarHasta en Aranjuez es un pelín complicado encontrarlas.
Además, tienen una temporada tan corta que lo hace más dificil todavía.
Disfrutamos mucho con la persona que nos atendió. Llevaba tiempo queriendo hacer una prueba de las dos a la vez.
Un besazo.
SIiiii, fresitas y fresones les llamamos aquí. Las fresitas son superaromáticos, mucho más delicadas como dices tú y se estropean enseguida. El fresón aguanta más y supongo que por eso los productores se han lanzado en picado a su producción y nos inundan de ellos desde mayo a Agosto.. en cambio la fresita es más difícil de encontrar y como dices tú, bastante más cara.
ResponderEliminarRealmente el sabor de las fresitas ó fresas es algo único.
Mon, yo nunca encuentro fresas en Madrid. Solo las consigo, y no es fácil, en Aranjuez.
EliminarPero es verdad que la diferencia es notable si las comparas con el fresón.
Besazos.
Pues yo las fresas apenas las veo, en mi casa fresón. Aunque como dices al final a todo lo llamamos de la misma manera. Aunque no sé que me pasa últimamente que solo me alimento a base de frambuesas. Y esa terminación en común "esas".... habrá que investigar el significado etimológico... seguro que encontramos algo. ;)
ResponderEliminarPuff!, Beatriz. Si ya tocamos las frambuesas es como darme en el punto débil.
EliminarMe encantan.
Investigaré la familia botánica de ambas.
Un Besazo.
De pequeño sólo se comían fresas y lo tipico eta comprarlas por primera vez el segunfo dmingo dde msyo, para la Virgen de los Desamparados, el fteson apareció cono delcatessen, jaa hace casi 50años. Ahora es raro encontrarlas pero son deliviosas. Saludos!!
ResponderEliminar¡Para que veas como hemos dado la vuelta a la tortilla! Ahora es la fresa la que se ha convertido en un producto delicatessen.
EliminarUn abrazo.
Yo las conozco como fresas del bosque porque es dónde las íbamos a recoger, parece mentira como un producto que crece de manera salvaje se ha vuelto tan escaso y caro, me encantan ya que son mucho más aromáticas que las fresas de jardín, a ver si me hago con un planter. Besos.
ResponderEliminarEs verdad, Laura.
EliminarVerás que hay mucha gente que les llama fresas silvestres. ¡Qué rabia que ya no se encuentren tan fácilmente! Además, tampoco hay mucha gente que las cultive.
Un besito.
Hace siglos que ni veo, y por supuesto, no como fresas. Es verdad que hoy día se venden los fresones como fresas, cuando no son la misma cosa :)
ResponderEliminarGracias por hacernos este recordatorio... y de paso mándanos una cajita :P jajajajaj
besos
Hola Aisha,
EliminarOjalá pudiera enviaros la cajita de fresas, pero no llegarían en buen estado.
Tendremos que quedar en Aranjuez.
Un besazo.
Espectaculares tus fotos, Cósima, no me canso de repetírtelo!
ResponderEliminarEn el jardín de mi casa anterior teníamos fresas, recolectábamos poquitas pero el sabor auténtico.
Besos
PRECIOSAS tus fotos y unas recetas que tiene una pinta que están para comérselas....
ResponderEliminarTe dejo ahora un regalito en mi blog.
Muchas gracias por tus comentario
Un beso para ti.
Entre pinceles y crochet mbergua